Día 55 (56 Días Sin Él)


(Todas las historias románticas tomar el último tren. Al sur. Yo tomé el primer autobús. Al norte.)

Día 55

Cuando dejé que sus brazos me soltaran miré el reloj, eran casi las 5 de la mañana, yo también tenía que irme de la ciudad. Llovía y aún no amanecía, lo cual hacía que mi día fuera más gris de lo que ya pintaba.

Esta vez no escuché una sola canción en las 5 horas que me toma llegar a mi destino. Solo el silencio acompañado del ruido del motor de una viejo camión gastado y maltratado. Solo el silencio y el espantoso ruido de mis pensamientos que gritaban “no me dejes”.

No dormí, no pude dormir. Mis ojos estaban cansados e irritados; enojados de verte partir, molestos por ser consientes de que no te verán en mucho tiempo, irritados pues se quedaron sin color, enojados porque se quedaron sin luz, molestos porque saben que harán un mayor esfuerzo para ver ahora que no estás.

Mis ojos estaban en huelga, veían bajo protesta así que tuve que llegar a un acuerdo con ellos, tenían dos opciones: o se mantenían abiertos e irritados mientras tu ausencia, o permanecían cerrados y durmiendo hasta tu llegada.

No me enteré de cuál fue el acuerdo final, pero creo que por el día permanecen irritados por tu ausencia y de noche parece que duermen esperando tu llegada.

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