Día 54 (56 Días Sin Él)

(Dicen que cuando alguien se ausenta, puedes verle en el cielo, en un conjunto de estrellas. No lo sé. Lo cierto es que yo puedo verte en cada milímetro de este planeta).

Día 54

Por la mañana sentí un enorme hueco en la cama… No, no, no.

Por la mañana sentí que la cama era más grande que antes… No, no, no.

Por la mañana sentí que sobraba más de la mitad de mi cama… No, no, no.

Por la mañana sentí que la cama no era mi cama… No, no, no.

Por la mañana sentí tu ausencia. No pude con ella y caí en un profundo abismo lleno de sábanas, almohadas y cobijas. 5 minutos después desperté asustado y de un brinco me puse de pie. Tomé una gran bocanada de aire con la nariz, corrí al baño a lavarme la cara y dije tres veces tu nombre con la esperanza de que al ver por la puerta miraría tu cuerpo sentado en la sala, sin tenis, con una playera blanca y unos pantalones con tres tallas sobrantes.

No pasó.

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