Yo los maldigo llorando


Hay momentos de desesperación, de odio, de desprecio y amargura.
Existen días en los que uno quisiera no despertar. Esos días que deberían desaparecer en el calendario, días acompañados de un dolor en la cabeza. Malos días pues.

A esos días le podemos agregar un amor correspondido pero impedido por una simple cuestión: la distancia, la maldita distancia.

Violeta Parra lo entendía, lo entendió hace más de medio siglo y lo dejó plasmado en una canción que representa toda esa rabia que uno puede sentir cada día en el que el calendario no debería existir.

Y así, por culpa de la distancia los comienzo a maldecir uno a uno:

Maldigo del alto cielo las estrellas y sus destellos, porque las vi mientras te abrazaba.
Maldigo a los azulejos y sus reflejos porque en ellos te veo.
Maldigo del suelo a las piedras y sus contornos que hicieron de tus pisadas fósiles.
Maldigo el fuego del horno que calentó tu comida porque mi alma está de luto.
Maldigo las reglas del tiempo y sus bochornos... ¡Cuánto será mi dolor!

Maldigo el plan de barrancas y la costa de Jalisco. También el desierto y la selva, maldigo los árboles frutales.
Maldigo la paz y la guerra, lo franco y lo vanidoso, maldigo lo perfumoso porque tu cuerpo es tan oloroso como lavanda en lago fresco.
Maldigo todo lo cierto y lo falso junto a lo dudoso... ¿Cuánto será mi dolor?.

Maldigo la primavera con sus jardines y flores. Del otoño maldigo sus colores. La nube pasajera la maldigo por no hacerse presente. Maldigo el invierno entero por traerme este quebranto. Al verano embustero lo maldigo por ser tan profano y santo... ¡Cuánto será mi dolor!.

Maldigo la figura egoísta y pretenciosa de tu bandera, maldigo cualquier emblema de la Unión Americana.
Maldigo la frontera y todas sus grietas, porque por una de ellas te cuelas.
Maldigo del ancho norte su laguna y su nada. Su sal y su polvo... ¿Cuánto será mi dolor?.

Maldigo a la carretera y sus paisajes, sus líneas y sus curvas.
Maldigo muerto por muerto. Maldigo al ave y su plumaje, a las jaulas y las sacristías porque me aflige un dolor.
Maldigo el vocablo amor con toda su porquería... ¡¿Cuánto será mi dolor?¡.

Yo los maldigo llorando, los maldigo en griego y en español por culpa de los kilómetros.

¿Cuánto será mi dolor?.


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Comentarios

FAC ha dicho que…
Me encantooooo!! peque~no mocoso!!
Ana ha dicho que…
uy.... ni como evitar maldecir cuando se viven esos días, lo peor es que lo seguimos intentando, nos aferramos a esa idea loca de que podemos sonreír aún con la tristeza marcada en cada una de nuestras facciones.

Acompañe a la selva a aquel ser que me hace maldecir algunos días en el calendario, y aún no logro contestar "¿Cuánto será mi dolor?"
Creo que jamás lo podremos responder.