Había una vez un chico de 26 años que se enamoró de otro joven de 19 año, entonces el de 26 años le cantó la canción de los Cardigans que se llama "And Then You Kissed Me", le dijo que a partir de ese momento el mundo como lo conocía cambiaría.
Ahora no sería más gris. Le prometió pintar su vida de colores.
De colores inexplicables e irreales, jamas combinados. El joven de 19 aceptó de manera reacia y e internamente contento.
Anduvieron juntos pintando el planeta de mil colores nuevos, amarillos sensuales, rojos que daban cosquillas, verdes que despertaban, azules infinitos y un cálido gris que emanaba vapor.
El joven de 19 años, Rafael, nunca había sido tan feliz. Brincaba de amor, corría como gacela infatuada. Rugía como león que abusaba de chocolates.
El chico de 26 años, Rogelio, se había aburrido de pintar los mismo colores una y otra vez. Con unas y otras personas. Para Rogelio los colores no eran nuevos, eran viejos y usados. Por eso se aburría, por eso no quería que Rafael brincara y rugiera más.
Rafael no entendía que el material con el que Rogelio fabricaba los colores era agotable y no infinito como el deseaba.
Un día Rogelio decidió cerrar la tapa de los contenedores de pintura con los que seducía a sus amantes.
A Rafael le llovió y los colores desvanecieron, uno a uno se fueron difuminando hasta quedar todo en blanco y negro de nuevo.
Rogelio murió en sus propios colores tiempo después, un verde opaco combinado con azul desteñido lo asfixiaron una noche en la bañera.
Rafael sigue escuchando "And Then You Kissed Me" de los Cardigans y se sigue preguntando si algún día llegará alguien que al besarlo pueda sentir como los colores cubren los blancos y negros que lo acompañan en cada frío atardecer.
Descarga aquí "And Then You Kissed Me" de The Cardigans incluido en un álbum llamado Long Gone Before Daylight
Comentarios