Benedetti



Mucho se hablará esta semana de el escritor uruguayo Mario Benedetti, les informarán que murió el día de ayer por varios problemas físicos, en la ciudad de Montevideo. Les dirán también que Benedetti fue el autor de más de ochenta libros de poesía, novelas, cuentos y ensayos, además de guiones de cine, que fue distinguido con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 1999, también que lo galardonaron con el Premio Iberoamericano José Martí en el 2001, además de el Premio Internacional Menéndez Pelayo hace tan sólo cuatro años.

Pero lo que seguramente no les dirán es el impacto que Mario Benedetti tuvo en muchos de nosotros, lo que significa y lo que ha sembrado en millones que hemos leído algunas de sus obras.

Cuando era apenas un niño, mi maestra de quinto grado nos llevaba casi de la mano a la biblioteca pública para leer libros para niños, libros con muchos dibujos y pocas letras, mitologías griegas en versiones cursis e infantiles, algunas historietas que contaban las aventuras de una manzana que vivía de manera correcta y era una buena vecina de la pera y el plátano. 

Un día me atreví a entrar en la casi prohibida y muy evitada (por los niños) sección de literatura. Me encontré un libro llamado "La Tregua" de Mario Benedetti que me llamó la atención por el nombre; me sonaba un cuanto a aquellas historias griegas que tanto se empeñaban en que leyéramos. 

Comencé a leerlo y a medida que avanzaba en las páginas, mis visitas a la biblioteca aumentaron de tiempo y espacio entre cada una. 

Debo aceptar que el libro me confundió en algunas cuestiones que no alcanzaba a entender en aquel entonces, como el sexo, la homosexualidad, y los problemas morales con la sociedad por la diferencia de edades entre dos personas que se quieren.

También asumiré que sin saber (tanto) de los sentimientos oscuros que afectan al humano adulto, como la depresión, la soledad y la muerte; derramé algunas lagrimas al leer en especial está parte del libro: 

"Es evidente que Dios me concedió un destino oscuro. Ni siquiera cruel. Simplemente oscuro. Es evidente que me concedió una tregua. Al principio, me resistí a creer que eso pudiera ser la felicidad. Me resistí con todas mis fuerzas, después me di por vencido y lo creí. Pero no era la felicidad, era sólo una tregua. Ahora estoy metido otra vez en mi destino. Y es más oscuro que antes, mucho más".

Ese libro que aún conservo, ya huele a viejo, las hojas están cada vez más amarillentas, como sí el tiempo no les concediera tregua alguna, las esquinas se erizan en ellas mismas negándose a envejecer. Pero aquel lomo que llamó mi atención, sigue firme, igual que el día que lo vi por primera vez, y nuevamente me invita a tomar una tregua para leerlo. 


Comentarios

Zërmend ha dicho que…
TOTALMENTE DE ACUERDO VIC.



Saludos
Unknown ha dicho que…
Yo solo he leido un libro de ese autor el de la tregua y si me gustó aunque no es mi estilo de literatura jejeje
Anónimo ha dicho que…
amm pues mi comentario ni al caso con tu publicacion, pero bueno...
suba mas cosas, se le quiere leer.

cuidese, bye